El consumidor decide. Él es el que tiene el poder de elección a la hora de invertir su dinero, qué comprar, cuándo, dónde y cómo. Por ello es tan importante conocer toda la información relativa al producto que quiera adquirir antes de su compra.
En este reportaje vamos a hablar de huevos: de los métodos de producción y de su etiquetado. Porque los huevos son uno de los alimentos más nutritivos y una extraordinaria fuente de proteínas, pero ¿sabemos diferenciarlos?
Producción de huevos
La producción de huevos en España es una de las principales producciones ganaderas. España es el cuarto país con mayor número de gallinas ponedoras, según datos de 2021, (47.069.236), solo por detrás de Alemania, Polonia y Francia. De esos casi 50 millones de gallinas ponedoras, el 1,6% de las gallinas que producen huevos son ecológicas, el 9,1% son camperas, el 16,1% son de suelo y el 73,3% se crían en jaulas enriquecidas.
Pero… ¿saben los consumidores qué diferencias hay entre unos y otros?
Los consumidores, en general y como ocurre con otros muchos alimentos, no somos capaces de diferenciar desde un punto de vista objetivo los huevos de producción ecológica, de los huevos camperos o, más aún, los huevos de gallinas criadas en suelo o en jaula. Esto se debe en parte a que la calidad, es algo subjetivo y sujeto a convencionalismos.
La calidad puede entenderse como el conjunto de atributos que tiene un producto determinado y que son relevantes para el consumidor, influyendo por tanto en su elección. Sin embargo, estos atributos con frecuencia no responden a nada concreto, sino a costumbres, tradiciones o incluso modas.
En el caso de los huevos, podemos destacar algunos convencionalismos curiosos, tales como el color de la cáscara “los marrones son de campo”; el tamaño, así ante un huevo grande, “esas gallinas están bien criadas”, llevan a un consumidor medio a pagar del orden de 20 céntimos más por media docena de huevos XL que M. Sin embargo, el hecho es que ninguno de estos parámetros responde a la realidad.
* Es normal que asociemos el color amarillo intenso o anaranjado intenso en la yema de los huevos a una alimentación a base de maíz. Sin embargo, los colorantes en los huevos de producción convencional han respondido a esta asociación del consumidor “coloreando” las yemas a base de pigmentos adicionados en los piensos.
El marcado y etiquetado son en parte la única herramienta para poder diferenciarlos, por eso es tan importante que sea claro. Pero, una vez dado este paso, el consumidor debe saber qué implica cada tipo de producción. Así podrá valorar de manera objetiva y decidir por cuál prefiere inclinarse y si le compensa o no pagar más por un producto.
¿Qué diferencia existe entre un huevo ecológico y otro tipo de huevo?
La diferencia no está en el color de la cáscara, ni siquiera en el de la yema, que puede ver modificado por la adición de colorantes en los piensos. La diferencia principal está en los diferentes métodos de producción y, por tanto, en la alimentación, la sanidad y el bienestar de los animales, pilares que constituyen la calidad intrínseca del producto, más allá del sabor, olor, espesor y consistencia de la cáscara.
Las gallinas sometidas a sistemas de cría en suelo o jaula se encuentran dentro de un régimen forzado de puesta bajo condiciones continuas de luz artificial (24 horas). Cuando el rendimiento de los animales desciende, se le somete a la muda de plumas forzada. Supone la supresión de alimento y agua para generar estrés en el animal y desencadenar la respuesta hormonal que reactiva el ciclo de puesta.
Por su parte, la avicultura ecológica asegura la producción de huevos de alta calidad. Está sometida a severos controles en los que se supervisan tanto las condiciones de producción y alimentación como la sanidad y el bienestar de los animales.
A continuación, os mostramos un cuadro que recoge algunas prácticas utilizadas por los distintos métodos de producción:
¿Cómo podemos identificar los huevos procedentes de la ganadería ecológica?
Por último, y no por ello menos importante, cuando hablamos del etiquetado de los huevos los productores tienen la obligación de cumplir con la normativa general para el etiquetado. Por otro lado, y de forma complementaria, deben tener en cuenta las consideraciones que el reglamento sobre producción ecológica hace al respecto. Así, poniendo en práctica las indicaciones específicas que se establecen para que los consumidores puedan reconocer el producto como ecológico.
Y ahora, después de toda esta información. ¿Tienes más claras las diferencias que existe entre los distintos tipos de huevos? ¿Sabrías reconocer un huevo de producción ecológica?
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No te pierdas aquí el vídeo en el que el chef y presentador de televisión, Enrique Sánchez, nos cuenta los beneficios de los huevos ecológicos.
