El té es la bebida más consumida del mundo después del agua. ¿Sabéis de dónde proviene, cuáles son los tipos de té que existen, sus beneficios y, sobre todo, cuál es la mejor forma de prepararlo? En este reportaje os vamos a hablar del té, en especial, del té ecológico porque tomarlo es un hábito muy saludable por muchas razones.
Origen del té
El té nació originariamente en China, donde estuvo celosamente custodiado por los emperadores durante siglos. Utilizado en medicina con las hojas verdes tiernas de árboles de té silvestre, llegó a Europa en el siglo XVII cuando los mercaderes holandeses y británicos empezaron a importarlo.
El término español té deriva del dialecto chino amoy t´e (pronunciado “tai”). El termino evolucionó a thee en holandés, ya que estos fueron los primeros en introducir el té en Europa y, de ahí, lo adquirimos en español escrito como lo conocemos.
Otras fuentes apuntan que el término té proviene del ideograma chino que significa Tu, nombre que recibe un grupo de plantas entre las que estaba el té.
¿Cuántos tipos de té existen?
El té es una planta de la familia de la camelia sinensis. Existen muchas variedades, según su origen y procesado, entre las cuales podemos destacar blanco, verde, Oolong y negro. Eso sí, dentro de estas categorías existen múltiples variedades que suman más de 3.000 tés en todo el mundo.
Como nos explica Saina Serrano, directora comercial de Granada Tea Company, “entre las propiedades estudiadas y más destacadas del té, encontramos las relacionadas con sus diferentes componentes químicos. Entre los más importantes tenemos los taninos, que contienen los polifenoles y flavonoles que pertenecen a los compuestos orgánicos de las series aromáticas. La investigación sobre los polifenoles es muy activa en la actualidad. Lo que se ha demostrado es que la calidad de la hoja de té está muy relacionada con la presencia de estas sustancias. Del 12 % de la primera hoja, bajando al 5 % en la cuarta hoja”.
“En segundo término, tenemos la teína que, como se ha demostrado, se trata del mismo alcaloide que la cafeína presente en el café, la cola y el mate. Es, sin duda, uno de los componentes más familiares por sus virtudes estimulantes. Al igual que ocurre con los taninos, las primeras hojas son las que más concentración presentan. Del 3,5 % de la primera hoja al 1,5 % de la quinta hoja”, prosigue Saina Serrano.
¿Beneficios del té?
Reducir el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como el cáncer, enfermedades cardiovasculares, artritis y diabetes son algunos de los principales beneficios.
“En cuanto al probable poder adelgazante del té tenemos que referirnos, en particular, al Té Rojo Pu Erh. La Medicina Tradicional China lo considera un gran diurético y quema grasas, además de reducir el colesterol malo. Igualmente, el té hay que considerarlo un gran adyuvante, es decir, en colaboración con otras plantas quema grasas, como la gayuba, el diente de león, la cola de caballo, el abedul, etc., ayuda a potenciar su efecto. Podemos concluir que el consumo diario de té es una costumbre muy saludable”, especifica la directora comercial de Granada Tea Company.
¿Qué necesitamos para preparar un buen té?
Un buen té, un recipiente donde realizar la infusión -ya sea una tetera con un filtro bien tupido o una taza en la que podamos introducir un filtro donde depositar las hojas del té- y agua.
Las reglas de oro para preparar un buen té.
Como nos explica Saina Serrano, “al verter agua caliente sobre el té, las sustancias solubles (cafeína, polifenoles y varios componentes volátiles como los aceites esenciales) pasan al agua a un ritmo de concentración que va disminuyendo con el tiempo. Para extraer todo el sabor del té, es primordial que haya mucho oxígeno en el agua a la hora de realizar la infusión”. Las reglas son las siguientes:
1) Escaldar la tetera. Esta operación tiene como objetivo precalentar la tetera, antes de poner en ella las hojas de té, evitando el contraste térmico, para que el té libere todo su aroma. De esta manera, calentamos agua que después tiramos y, a continuación, calentamos el agua en el que vamos a verter el té.
2) Poner una cucharadita de té por taza y una más para la tetera. Una vez escaldada la tetera, poner en ella el té. (Esta cantidad puede variar según el tipo de té y los gustos personales).
3) Verter el agua a punto de hervir sobre el té. Es conveniente vigilar bien el agua y retirarla del fuego cuando empieza a hervir (lo que corresponde a una temperatura de unos 95º). Los hervidores eléctricos se paran a esta temperatura.
4) Dejar en infusión de 3 a 5 minutos*. Esta regla no es absolutamente imperativa, solo el límite superior a 5 minutos debe respetarse si no quiere un té acre o amargo.
*Vea en la tabla recomendaciones dependiendo del tipo de té.
5) Remover y servir. Cuando ha terminado el tiempo de infusión, remover con una cuchara y servir.
Una recomendación
“Así, sin pensármelo mucho, un buen té ecológico que se puede tomar a cualquier hora del día es un Kukicha japonés, bajo en cafeína y muy digestivo. De nuestras fórmulas ecológicas recomendaría el Té Pakistaní, combinación de té negro y especias, enriquecido con vainilla bourbon, ideal para tomar con leche en esta época del año, y Té Tuareg Moruno con hierbabuena, refrescante y digestivo, muy apropiado para la sobremesa”, nos recomienda Saina Serrano, directora comercial de Granada Tea Company.
Y a vosotros, ¿Cuál es el té que más os gusta?
