Al iniciar el año es muy habitual tener en mente nuevos propósitos saludables y favorecedores para mejorar nuestros hábitos y estilo de vida. De entre los hábitos que queremos mejorar suelen ser los que conforman nuestra dieta alimentaria.
Y no es de extrañar, pues cada vez más, la sociedad empieza a comprender e integrar el gran impacto que ejerce la alimentación en la salud y la importancia de saber cómo alimentarnos y nutrirnos de una manera más saludable, ecológica y sostenible para el beneficio, no solo de nuestra salud individual, sino del bienestar medioambiental.
En muchas ocasiones, no sabemos qué hábitos concretos generan una alimentación más saludable y simplemente nos enfocamos en iniciar una dieta alimentaria muy distinta a la que nos permite nuestro estilo de vida actual generando así picos de ansiedad, restringimos cierto tipo de alimentos sin disponer de suficiente información previa o simplemente nos enfocamos en contar calorías ingeridas.
A la hora de generar unas rutinas alimentarias nuevas y saludables, es muy importante conocer y valorar el contexto que engloba la alimentación y nutrición desde una perspectiva global y una mirada integrativa de la salud.
La sociedad en la que actualmente vivimos se aleja mucho de los ritmos y ciclos propios de la Naturaleza así como de los recursos y elementos naturales que nos han acompañado a transitar la vida durante milenios.
El ser humano ha evolucionado ajustando los ritmos circadianos con los ritmos de la naturaleza, es decir, ha realizado actividades diarias teniendo en cuenta los ciclos de luz y oscuridad y en base a su sistema circadiano.
Hoy en día el sistema circadiano se encuentra alterado debido a factores como la exposición a la incesante luz artificial que disponemos en horas nocturnas, la alta exposición a los campos electromagnéticos que generan las nuevas tecnologías móviles y portátiles, el estrés y la falta de sueño, la vida sedentaria y con poca actividad física practicada en la naturaleza, de entre otros factores.
El tipo de alimentación y el momento en el que ingerimos alimentos es uno de los factores que también regulan o alteran nuestro sistema circadiano; una alimentación basada en productos refinados, ultraprocesados, calóricos, con baja densidad nutricional y con una mala organización de las ingestas puede provocar una cronodisrupción y generar inflamación, desequilibrio, varios tipos de trastornos y dañar gravemente nuestra salud.
Independientemente del tipo de dieta alimentaria que lleves a cabo – omnívora, vegetariana, vegana, paleo, low – carb, etc. -, es de vital importancia implementar ciertos hábitos alimentarios muy básicos que te ayudarán a reequilibrar de forma adecuada tus ritmos circadianos, generar un correcto funcionamiento del metabolismo y favorecer la microbiota intestinal.
5 hábitos alimentarios saludables para iniciar el año:
1. Hidratación natural
Hidrátate desde la mañana hasta la noche con bebidas naturales: agua, agua aromatizada natural, infusiones de plantas medicinales, zumos y batidos verdes, caldos vegetales y Kombucha.
Por la mañana y antes de ingerir un alimento, bebe un vaso de agua tibia (puedes añadirle limón, propóleo, plantas medicinales).
2. Alimentación natural y antiinflamatoria
Ingiere alimentos de procedencia ecológica, de temporada y proximidad.
Es muy importante que tu alimentación sea equilibrada y esté ajustada a tus necesidades, basada en alimentos frescos y naturales repletos de vitaminas, minerales, antioxidantes, con suficiente fibra y de bajo índice glucémico, y lo menos ultraprocesados posibles ya que en estos últimos encontramos grandes cantidades de azúcares y sustancias químicas como conservantes, colorantes y saborizantes.
3. Durante el día comer más cantidad
Al mediodía – de entre 12h a 14h – realizaremos la comida más abundante del día sintiéndonos saciados y sin sensación de empacho. Recuerda que esta debe de ser equilibrada.
4. Cena moderada y temprana
Lo ideal es que dejaras un espacio de 4h sin ingesta de comida desde que cenas hasta que te vas a dormir. Si comes alimentos con alto índice glucémico antes de ir a dormir puedes alterar tu sistema circadiano fácilmente y tu organismo no podrá generar una correcta homeostasis.
5. Ventana de ayuno regenerador
Practica una ventana de ayuno de 12 a 16h ingiriendo solo alimentos líquidos e ingiere comida sólida durante un margen de 8h al día. Puedes fácilmente ayunar si cenas a las 20h y desayunas al día siguiente a las 8h – de este modo estás cumpliendo la ventana de 12h de ayuno -. El desayuno debe de ser con alimentos naturales y con bajo índice glucémico.
Recuerda que un estilo de vida saludable se compone por muchos factores y la alimentación equilibrada, saludable y ajustada con los ritmos y ciclos de la naturaleza es un pilar clave para que disfrutes de energía, bienestar y plenitud.
Autora: Bárbara Sarriera
Dietista Integrativa & Educadora Nutricional
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