¿Influyen los envases en la calidad de los alimentos?

¿Los envases influyen en la calidad de los alimentos? ¿Eres de los que piensa que la cerveza, por ejemplo, sabe diferente si se bebe en lata o botellín? ¿O que la aceituna envasada en bolsa está más fresca que en lata? Pues muchas veces estas percepciones no tienen ningún tipo de fundamento.

Los metales son aquellos materiales que de forma más sencilla podrían transmitir pequeñas cantidades de iones metálicos, alterando el sabor del alimento. Sin embargo, la industria alimentaria ya tiene en cuenta estos posibles inconvenientes y recubre las latas con una película de plástico para evitar la transmisión de componentes desde el metal hacia el alimento. Así que, si hacemos un uso correcto del envase, en principio no deberíamos notar ningún sabor extraño.

El estudio Bottled vs Canned Beer: Do they really taste different? llevó a cabo una cata a ciegas de cerveza procedente de latas y botellas de cristal. Sorprendentemente, los participantes apenas notaron diferencias tras ocultar el envase original y servir las diferentes cervezas en vasos de cristal antes de su ingesta.

¿Qué dicen los expertos?

“El envase ejerce una barrera a cualquier agente que pueda alterar el alimento, como el oxígeno que le rodea, la luz o cualquier bacteria que pueda crecer, lo que hace que el packaging influya en la calidad, pero para bien, sobre todo si lo que buscamos es mantener las características de ese alimento durante un almacenamiento lo más largo posible”, nos explica Cristina Cejudo, profesora del Departamento de Ingeniería Química y Tecnología de Alimentos de la Universidad de Cádiz.

“No se altera igual un cacahuete, que una fresa, o una conserva, por lo que las necesidades de envasado son diferentes. Por ejemplo, un aceite de oliva, que se oxida fácilmente, generalmente no vamos a encontrarlo en un vidrio transparente, sino en uno coloreado, que lo proteja de los rayos ultravioleta, y evite que desarrolle colores y olores anómalos. Por lo tanto, no todos los envases son iguales, ni aptos, para todos los alimentos. Cuanto más se conozca la naturaleza del alimento, y lo que provoca su degradación, mejor seremos capaces de formular el envase adecuado para su preservación a lo largo del tiempo”, concluye Cejudo.

Por su parte, Juan Antonio Escamilla, director de calidad de la empresa de aceitunas Escamilla SAT 2080 dedicada a la producción, desarrollo y envasado de aceituna de mesa, nos explica que es la empresa productora la que realiza cambios en los valores químico de sal o acidez para que el producto mantenga sus características físicas y organolépticas y que se adapte al envase de manera que no pierda ninguna de sus cualidades.

“Las aceitunas mantienen su sabor características en todos los envases. Si bien dependiendo del tipo de envase puede tener algunos cambios en sus valores químicos de sal o acidez para garantizar la conservación del producto final. Por ejemplo en los envases sin tratamientos térmicos como son las aceitunas envasadas en bolsas de plástico los valores de sal y acidez son algo más elevados porque son los que garantizan la conservación del producto en la bolsa sin abrir durante la comercialización, manteniendo sus características químicas y organolépticas estables. Durante el proceso de envasado las aceitunas envasadas en envases de vidrio o latas se someten a un proceso térmico de pasteurización dándole una mayor conservación al producto final y permitiendo bajar los valores sal y acidez. Pudiéndose incluso envasar aceitunas con contenido reducido en sal”, explica.  

¿Qué quieren los consumidores?

Los consumidores quieren un envase seguro, que salvaguarde la calidad de los alimentos, el sabor y que, además, sea sostenible. Y ¿cómo sabemos si lo es?

La entidad de certificación CAAE creó en 2022 una norma propia, dirigida a fabricantes, transformadores de materiales y empresas de packaging, la cual ofrece al cliente una garantía que avala el principio de sostenibilidad de los productos que apuestan por el cuidado del medio ambiente.

“Esta regulación surge para dar respuesta a aquellos productores que quieren trasladar al público que sus productos son diferentes y que están fabricados respetando el medio ambiente, tanto en el proceso de elaboración como su posterior tratamiento”, explica Fran Rivero, responsable del departamento de Seguridad Alimentaria, Sostenibilidad, Innovación y Desarrollo.

Así que, si el envase tiene el sello de material sostenible, mucho mejor.

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