La Tierra no es una herencia de nuestros padres, sino un préstamo de nuestros hijos”. Esta frase es de un jefe indio Seattle sioux. Es un alegato a la vida, a la naturaleza y al respeto hacia todo ser vivo Pero la sociedad actual no tiende a vivir en armonía con la naturaleza, sino a todo lo contrario. En aras del progreso estamos creando daños irreparables en el planeta.